Como os expliqué en este post: Dos bebés en 20 meses. Embarazo y Parto. hubo varías cosas que me sorprendieron del parto y del post parto por la falta de información: los pódromos y la melancolía del Post-Parto. Y no sólo me sorprendió por lo dolorosas que son ambas, una físicamente y la otra psicológicamente, si no porque nadie me había hablado de ellas. Ningún profesional, ninguna amiga o familiar había pensado que explicarme que estas cosas sucedían.

¿Qué es la melancolía del post-parto?

La melancolía del post-parto también es conocida como Baby-blues o la tristeza del tercer día: es pasajera, de corta duración y afecta a más del 50% de las madres. Sí, afecta a más de la mitad de la mujeres que acaban de ser madres, sin distinción de cultura, país… así que si te pasó o te pasa NO estás sola, lo que por alguna absurda razón es un tema tabú. Pero te sigo explicando en que consiste. Suele aparecer al tercer día de la llegada del bebé y coincide con el alta hospitalaria. Se resuelve en un plazo máximo de 15 días y, si no es así hace falta acudir a un medico especialista.

Los síntomas son: tristeza, sentimiento de decepción, llanto, ansiedad, inquietud, inestabilidad emocional, cambios en el estado de ánimo…

La causas: la principal causa es la caída en picado de las hormonas, los estrógenos y la progesterona. Pero hay otras como: la comparación entre el parto vivido y el esperado, la falta de descanso, el dolor, la preocupación por el hijo y la dificultad en dar el pecho…

La prevención: hablar de nuestra experiencia, descansar y pedir ayuda, hablar con nuestra pareja y sentirte apoyada, evitar situaciones que nos provoquen irritabilidad (gestionar las visitas, reducirlas o incluso anularlas si fuera necesario), cuidar la alimentación y pedir ayuda a los especialistas las veces que haga falta.

Mi experiencia

Como una de las formas de prevenir o yo hablaría de, sobrellevar la melancolía, es conocer la experiencia de otras mujeres yo os explicaré la mía.

Yo tuve esa melancolía post-parto con las dos princesas, la segunda vez como no me venía de nuevas lo lleve mejor, pero la sufrí igual. Os explico mi primer «Baby blues» que creo que es la experiencia más real.

En el post que hablé de los partos, no me quiero repetir, pero os expliqué que el primer parto fue largo y doloroso. A esto se le sumó que cuando subí a la habitación, es el error más común de los padres primerizos, tenía a toda la familia cercana esperando. No tuve tiempo de asimilar todo lo que había ocurrido, estaba agotada, no sabía nada de lo que tenia que hacer pero en el hospital me sentía arropada y muy cuidada. Llegué a mi casa sin que me hubiera subido la leche, con un bebé hambriento y sin ubicar. Por norma, soy una persona muy resolutiva y la perdí tal cual salí del hospital. Pasé a estar preocupada por todo y muy pensativa.

Recuerdo que me obsesioné con el ciclo de vida, que si llegaba una vida tenía que irse otra, por no quererme perder un minuto de mi hija. Tenia que estar presente en todo. Aunque eso significará dejar de comer o de ducharme… Y lloraba, lloré mucho… venían visitas y yo me iba a mi habitación con el bebé a darle el pecho o simplemente me apetecía estar sola. Es que no quería visitas. Es cierto que tal como llegó se fue. Pero iba a volver loco a mi marido, lo llegué a ver desesperado porque me quería ayudar y no sabía como. Leyó sobre el tema y recuerdo que los dos respiramos al saber que aquello pasaría, sin medicación ni nada, que volvería a ser yo.

Mi reflexión.

Creo que es importante saber que esa tristeza que nos invade es normal, que a pesar que todo el mundo espera que estés feliz y contenta porque tu esperado bebé ha llegado, no lo estés o lo defino mejor: si que estás feliz pero esa melancolía lo camufla. Es fisiológico, tu cuerpo baja a mínimos tus hormonas, generando un desorden en tu cuerpo que afecta a tu estado de ánimo. No es hasta pasados 10 o 15 días que los empiezas a recuperar los niveles adecuados y encontrarte mejor. Yo amaba a ese bebé por encima de todas las cosas pero la responsabilidad de hacerlo perfecto me invadía.

Es importante que igual que una mujer embarazada se prepara para el parto que también lo haga para el post-parto. Leer sobre el tema, tomar decisiones con la pareja sobre las primeras semanas del bebé en casa serán de gran ayuda, repartir la tareas y sobre todo que la mamá se sienta cuidada y apoyada. Pero todo esto se tiene que hablar antes del parto, porque os aseguro que después os sumergís en mil sentimientos encontrados que no os dejarán prácticamente tiempo. Si sois de las afortunadas que no sufrís la tristeza del tercer día pues mucho mejor. Pero hay que romper ese miedo a hablar de ella.

Abrazos virtuales,

@mamaeconomista

5 thoughts on “La Melancolía del Post-Parto

  1. Totalmente verdadero. Muchas veces por no hablarlo, como en mi caso, terminamos en una depresión. Es verdad que hay que hay un tabu sobre ese varios temas, pero hay que contarlos, quizás si alguien me hubiera explicado sobre la tristeza que uno puede llegar a sentir en el post-parto lo hubiera intentado manejar de otra manera. Pero al no terminar de saber qué o por qué nos pasa solo nos encerramos más y más en nuestra soledad interna. Por eso también realice hoy una publicación sobre el post-parto.
    Me gusto mucho leerte. Saludos!

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