Empecé con el reto de este blog cuando mis hijas ya tenían 2 y 4 años, así que como siempre os hablo de mis inquietudes actuales, de cosas que hemos vivido recientemente, no había visto conveniente explicar como había sido mi experiencia ni del embarazo ni del parto hasta hoy.

Embarazo de Bella

Bella era una niña muy esperada y buscada, así que su llegada nos ilusionó mucho pero también me llenó de incertidumbres y dudas. Mis dos embarazos han sido asintomáticos, me he encontrado genial, simplemente algo más cansada, con la tensión baja… pero por lo demás todo muy bien. Además, ya había pasado la toxoplasmosis así que no tuve que modificar ninguno de mis antojos…

En el caso de Bella, mi marido se encontraba trabajando fuera y pasé la mayoría del embarazo y los primeros meses de vida sola. Eso me hizo adoptar una postura muy autodidacta sobre la maternidad pero también de miedos. Recuerdo que tuve perdidas durante las primeras semanas de embarazo por unos hematomas y aunque me dijeron que hiciera reposo solamente unos días.. yo dejé de hacer deporte por completo en todo el embarazo.

Estuve trabajando con normalidad hasta la semana 36 cuando mi ginecóloga insistió, recuerdo que era Julio, tenía las piernas como un mamut y no me podía mover prácticamente. Pero, como os he dicho estaba sola prácticamente todo el día y ir a trabajar me iba bien y también hice hasta las clases preparto.

Parto de Bella

El parto de Bella fue horroroso, es que si os lo describo de otra forma os miento. Nadie, absolutamente nadie, ni la comadrona de las clases preparto, ni los cientos de personas que te dan su opinión durante el embarazo y el parto me hablaron de los PÓDROMOS.

Los pódromos de parto son contracciones que avisan que el parto se acerca, pero que no son constantes y el dolor varía en cada mujer. Además, pueden durar días. Mis pódromos fueron muy dolorosos e intensos, tanto que a pesar que no estaba de parto pensaba que si lo estaba y fui al hospital. A pesar, del dolor insoportable me mandaron a casa y me recomendaron que me metiera en la bañera para paliar, el insoportable dolor.

En pleno agosto, estaba en una bañera de agua caliente… es más rompí aguas, seguramente en la bañera, y ni me di cuenta. Decidí que no aguantaba más el dolor y que volvíamos al hospital a suplicar que me pusieran la epidural. Una vez ya en la sala de partos, empecé a encontrarme muy mal y vomitar, llevaba más de 4 horas con pódromos. Así que decidieron dejarme allí después de comprobar que había roto aguas y ponerme la epidural… con tan mala suerte que de las 13 horas de parto la epidural no me hizo efecto las 8 primeras horas (me la pusieron mal).

Tengo que decir, que soy una persona que soporto bien el dolor, es más aguante 8 horas de parto sin epidural pero una vez me hizo efecto os aseguro que ese dolor es innecesario, sobre todo en el parto de una primeriza. Después de 13 horas en esa sala, sin dormir, con lo que había pasado estaba agotada. Recuerdo mucho cansancio, un piel con piel confuso… tanto que me costó mucho asimilar que ya era madre, que ya tenía mi bebé y no ayudó el que solo subir a la habitación ya tuviera visitas esperando. Si asenté la lactancia materna fue gracias la matrona del hospital, os aseguro que con una mano izquierda impresionante consiguió que me concentrará y sintiera esa conexión con mi princesa, que no, no sentí solo tenerla entre mis brazos al nacer.

Ahora, después de casi 6 años de esa experiencia, y ver la conexión real que tengo con mi hija me veo con fuerza de explicar que esa magia, aunque existe, el cansancio, las hormonas o la presión a veces no nos dejan disfrutar de ese momento único, pero se puede recuperar.

Embarazo de Rapunzel

Me enteré del embarazo de Rapunzel de pura casualidad, aunque estábamos buscando ampliar la familia, jamás pensamos que fuera tan rápido. Ella fue rápido para todo. El embarazo del segundo pasa más rápido, y más teniendo un bebé de un año. Me encontraba bien, como con el primer embarazo, eso hizo que quisiera hacer vida normal hasta que un día con Bella en brazos me caí y a parte de llevarme una buena bronca de la ginecóloga me ordenó reposo, es cierto que en este embarazo tuve varias bajadas de tensión una de ellas conduciendo y decidieron que lo mejor era que no cogiera el coche más. Así que está vez la baja laboral la cogí a las 28 semanas. Una vez de baja y con la receta de la ginecóloga de «slow life» el embarazo paso más lento, disfruté mucho más y dejé todo preparado.

Una cosa que me preocupé por preparar a conciencia fue a mi princesa, le expliqué muy bien la llegada de su hermana y le dediqué mucho tiempo una vez llegó. Dejé un espacio para ella y para mi, inamovible.

Parto de Rapunzel

A medida que se acercaba la fecha probable de parto estaba muerta de miedo, la experiencia del primer parto la tenia tan marcada. Esta vez el barbas estaba más cerca, aún así el día que me puse de parto tenía más de una hora de camino en coche. Lo bueno de ser el segundo y que se lleven tan sólo 20 meses es que enseguida me di cuenta que me ponía de parto y llamé a mi marido. No tuve pódromos es más las contracciones las aguanté muy bien en casa, demasiado… Tanto que llegué muy dilatada, pero fue entrar en la sala de partos, la misma que con Bella y me puse a temblar, tenia pánico a que se repitiera ese dolor insoportable.

Esta vez si, me pusieron la epidural bien y en menos de 3 horas nuestra princesa llegó, sin esperar que la ginecóloga se pusiera los guantes ni nada, la aguantó la comadrona, en cuestión de segundos la tuve en brazos y en el pecho. La experiencia es un grado, que hiciera menos de 20 meses hubiera tenido a Bella también. Nació a las 23h y pude descansar perfectamente esa noche, sin visitas. Decidimos que la primera en ver al bebé sería su hermana y así fue al día siguiente por la tarde. Esa mañana estuve tranquila, disfrutando de mi bebé y del milagro que es dar vida. Físicamente me encontraba muy bien y eso facilitó mucho las cosas.

Reflexión

Como podéis leer en mi relato tuve dos embarazos muy parecidos pero dos partos totalmente diferentes. Sé perfectamente que cada embarazo y cada parto es un mundo, sabía que los dolores de parto era fuertes pero jamás me imaginé que tanto, tuve mala suerte lo se, no todas las mujeres tienen pódromos, ni les ponen mal la epidural… pero mi queja es que nadie me explicara que los pódromos pueden llegar a ser tan dolorosos como las contracciones de parto real, ni que podían estar durando horas, dejándote tan agotada que no puedes disfrutar al 100% de la llegada de tu bebé. Eso para una primeriza es devastador.

Si que es cierto, que al ser parto natural, la recuperación física es espectacular, pero, pronto llega otro gran tabú a invadir todo tu mundo: la melancolía post-parto o «baby-blues» o «la tristeza del tercer día». Prometo escribir en breve sobre este tema y explicar porque fue tan perjudicial para mi que nadie, absolutamente nadie, me hablará sobre ello.

Abrazos virtuales,

@mamaeconomista

5 thoughts on “Dos bebés en 20 meses. Embarazo y Parto.

  1. Hola!
    Mis hijos se llevan 23 meses y mis embarazos y partos fueron parecidos a los tuyos. Sé lo que es que te den a tu primer hijo y estar tan agotada de llevar dos días con dolores de parto que lo único que piensas es “al fin se ha acabado”. El segundo fue también doloroso pero mucho más corto y la experiencia fue impresionante. Es genial que hayas escrito sobre tu experiencia porque seguro que ayudas a muchas mujeres. Gracias!!

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