Cambiar de Escuela ha sido una de las decisiones más difíciles que hemos tenido que tomar como familia y que nos afectaba a todos. En otro post anterior os explicaba como Escoger Escuela  y ahora, después de casi 7 meses de aquel post donde os daba consejos que yo considero que hay que tener en cuenta para escoger escuela, y mantengo esos consejos, os tengo que confesar que nosotros nos equivocamos; y seguramente el reconocer que nos hemos equivocado nos ha permitido reaccionar a tiempo y cambiar de escuela.

¿En qué nos equivocamos?

Aunque me recorrí casi todas las escuelas de la zona, hubo un momento que todas las veía igual y al final nos decidimos por ser prácticos y escoger la que teníamos más cerca de casa.  Una escuela enorme, nueva y en una zona residencial de fácil aparcamiento. Después de dos años, la última semana de colegio del curso y tras una reunión con la tutora de Bella decidimos que debíamos irnos y empezar el curso siguiente ya en un nuevo colegio. No era el lugar ni el ambiente en el que queríamos que enseñaran a nuestras hijas. Sabía que era una decisión arriesgada ya estaban las dos niñas matriculadas en ese, Rapunzel empezaba Infantil el siguiente curso, pero debíamos hacerlo por su bien.

Bella jugando con letras.

¿Qué nos encontramos?

Cuando fui a ver la nueva escuela, es una escuela pequeña, la misma en la que yo había estudiado, y no había perdido nada de su esencia, su calidez y esa sensación de sentirse en casa, en familia. Pregunté por la forma de trabajar, y pedí ver la escuela en movimiento y conocer a las futuras profesoras de mis hijas. Aunque solo pude conocer a una de ellas «el feeling» existía y esa calidez que tanto busqué estaba. Así que el cambio ya era una realidad.

Después de un mes, de situarme, conocer más la forma de funcionar de la escuela no podemos estar más contentos. Nuestras hijas van felices al colegio, un colegio con el ambiente y el acompañamiento adecuado.

Cerrando una Etapa

A la semana de empezar el curso escolar, tenía una reunión con la profesora de Bella, necesitaba hablar con ella después de unos días, saber si estaba adaptándose bien y cerrar una etapa. Mi sorpresa fue saber que estaba totalmente adaptada y que ya era una más en clase. Otra de mis sorpresas era lo adelantado que iba el grupo en comparación del que veníamos, me sorprendí porque la sensación que teníamos desde fuera era de una escuela más «blanda»: sin deberes y con dos patios (uno por la mañana y otro por la tarde). Así que esa ventaja confirmaba mi teoría de que si el ambiente en el aula es el adecuado el grupo de niños progresa a pasos gigantes. Sin presiones y sin prisas. Estar en una escuela pequeña donde conoce todo el personal a todos los niños, esa familiaridad, da una confortabilidad al niño que propicia la buena evolución. El pediatra de las princesas nos dijo: «niños pequeños escuelas pequeñas» y no se equivocaba.

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Mirando cuentos y juegos de lectoescritura.

Todo este cambio tan necesario para todos me ha traído un nuevo reto ya que Bella me ha pedido que la ayude a leer… y es algo que nunca había hecho: enseñar a leer a alguien. Estoy muy ilusionada porque es precioso enseñar a leer a una hija, es un nuevo reto y ella esta motivada. Lo hace porque realmente quiere. No porque nadie la obligue. Así que en breve os haré un post de como lo estoy haciendo que creo que os puede interesar mucho.

Abrazos virtuales,

@mamaeconomista

2 thoughts on “Cambiar de Escuela

  1. Me alegro muchísimo de que la adaptación haya sido un éxito. El año que viene nos toca escoger y no sé si la elección que hemos tomado (mi antigua escuela) es la buena… ¡Pero me tranquiliza saber que es posible cambiar si me equivoco!
    Suena muy interesante el post sobre enseñar a leer, aunque nos queda lejos es algo en lo que voy pensando y lo veo muy complicado.

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